Españoleando en Guirilandia

Soy cañí porque así me hizo Dios.

18 marzo 2005

Visita a Stratford-upon-Avon

Lo que los más avispados conocerán de Stratford-upon-Avon es que es el pueblo natal de Shakespeare. Pero lo que ya les quedará más a desmano, dada esa mágica propiedad del inglés de que siempre suena bien dígase lo que se diga, es que su nombre es igual de campechano que Argamasilla de Alba o Albadalejo del Cuende. O Alcalá de Henares, que a todos los resabidos les pica la lengua por repetir que Cervantes y Shakespeare murieron el mismo día, pero bien poco se conocen el paralelismo de sus pueblos natales, y bien hago si creo que más les habría de marcar eso a estos dos que no el día que defuncieron y ya no pudieron hacer nada más. Digo yo, vamos.

En fin: Stratford, cual Argamasilla o Albadalejo. Stratford, un pueblecillo que, exceptuando el asfalto, poco o nada ha cambiado desde tiempos de Shaki. Todo él llenito de casitas medievales, no meros adornos, si no viviendas, restaurantes, tiendas, cafés. Aquí en Oxford ya hay alguna de esas, no crean, pequeños amasijos de vigas onduladas y paredes torcidas, con ventanas compuestas de rectangulillos de cristal deformante, ofreciendo el último grito en nokias en la planta calle, pero lo de ese pueblo era demasié. ¡Calles y calles llenas de! Y su precioso canal con cuacuas y jrrrrrjrrrrrres y gniugnius. Y árboles lloricas y recovecos y el teatro y las tabernas y el paseo por la orilla. Y los coches, ¡qué coches! Yo no entiendo mucho pero eran todos como mercedes o más. Sí, todos. Había hasta un Porsche todoterreno. Quiero decir, a mi plin esos y los otros y todos, qué se van a pensar, pero no vean cómo olía a parné entre estos tatarataratatatararí nietos de William.

En fin, que muy bonico, maños.

Image hosted by Photobucket.com

Etiquetas: