Cabalgando por el Ciberespacio
Mi vuelta al mundo ciberpunk me está haciendo recordar un millón de anécdotas que viví durante mi primera incursión.
Recuerdo, por ejemplo, que mi mecenas, jefe Gerardo, estaba emperrado, como sólo él podía emperrarse de algo, con que los chavales se engancharan a juegos de ordenador. Un día oyó hablar de los juegos de Windows. Me recalcó inmediatamente:
- Apunta: los juegos del Windows para los chavales, ¿eh?
"- Perico de los Palotes: Download now"
"- Fulanito de Tal: Available next week"
- ¡Co mira, ésta se llama Sandra69! ¡Voy a entrarle, co!
Escribiendo:
- De-donde-eres?
Al poco:
- Mira co, dice que de Monserrat, ¿y tú? ¡Eh co, me dice que y yo!
Escribiendo:
- De-las-Deli-cias.
Pero lo mejor fue Adolfo. Llegó un día con un correo-e impreso con un número de teléfono que le tuve que ayudar a marcar. Y habló acentuando cada última sílaba, como sólo sabe hacerlo un aragonés de pura cepa, en una conversación corta pero sumamente interesante. Repitió todo el rato:
- Queyotevoyaquerérmuchóó, Yolandáá.
- Queyasequetienesunahijáá, peroquelavoyaqueréér, igualqueatí.
- Venparaquí, quenotengomuchóó peroquesitevienesnotevaafaltardenáda.
- Queyonecesitounamujér.
Obviamente, yo estaba muy interesado en conocer el resto de la historia. Y gracias a Dios, o a quien sea, empezó a venir a diario, y mi deseo me fue concedido.
Recuerdo, por ejemplo, que mi mecenas, jefe Gerardo, estaba emperrado, como sólo él podía emperrarse de algo, con que los chavales se engancharan a juegos de ordenador. Un día oyó hablar de los juegos de Windows. Me recalcó inmediatamente:
- Apunta: los juegos del Windows para los chavales, ¿eh?
Jefe Gerardo (mi primer mecenas, a la izquierda) y Jefe Richal (mi mecenas actual, a la derecha)
"- Perico de los Palotes: Download now"
"- Fulanito de Tal: Available next week"
La negrita pesada en uno de sus ciberligoteos. Olía muy mal.
- ¡Co mira, ésta se llama Sandra69! ¡Voy a entrarle, co!
Escribiendo:
- De-donde-eres?
Al poco:
- Mira co, dice que de Monserrat, ¿y tú? ¡Eh co, me dice que y yo!
Escribiendo:
- De-las-Deli-cias.
Macas preadolescentes
Pero lo mejor fue Adolfo. Llegó un día con un correo-e impreso con un número de teléfono que le tuve que ayudar a marcar. Y habló acentuando cada última sílaba, como sólo sabe hacerlo un aragonés de pura cepa, en una conversación corta pero sumamente interesante. Repitió todo el rato:
- Queyotevoyaquerérmuchóó, Yolandáá.
- Queyasequetienesunahijáá, peroquelavoyaqueréér, igualqueatí.
- Venparaquí, quenotengomuchóó peroquesitevienesnotevaafaltardenáda.
- Queyonecesitounamujér.
Obviamente, yo estaba muy interesado en conocer el resto de la historia. Y gracias a Dios, o a quien sea, empezó a venir a diario, y mi deseo me fue concedido.
(Continuará...)
Etiquetas: Personajes totales
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