Cada época tiene sus aberraciones

- Como procurador, es mi deber dictar sentencia a reos traídos por la justicia romana o por el Sanedrín judío. Puedo sentenciar pena de muerte si asi lo dicta la Ley. Poncio Pilato, 32

- Este año embarcaré hacia Turquía a luchar por la gloria de Dios mi Señor. Hemos de recuperar para Cristo la Tierra Santa en manos de los herejes, ¡Dios lo quiere! El Espíritu Santo me armará de valor para la empresa, y la Iglesia pondrá en mis manos los medios necesarios. Andrea Bravin, 1095

- Soy verdugo. Ajusticio y torturo a herejes, de esa manera colaboro con el Santo Tribunal para salvar sus almas para Cristo, evitándoles los castigos del infierno, que son mucho mayores que cualquiera que le le pueda dar en Tierra. Mi trabajo es a veces muy delicado, debo evitar que el acusado muera antes de su confesión o de lo contrario el Señor perdería un alma. Miguel Quesada, 1551

- Mi familia posee una plantación de algodón. Tenemos tres esclavos nuevos que compramos en la feria el año pasado, desde entonces nos va mucho mejor. La Ley de Missouri nos ampara, pero esos jodidos whigs pretenden dar libertad a mis negros. ¿Cómo esperan que nos mantengamos si lo hacen? John Robinson, 1851

- Yo soy asesino. No me pagan mucho por cada individuo matado, pero me va muy bien por el volumen de negocio. Tengo una serie de individuos encerrados, que voy asesinando regularmente, respetando todas las normativas europeas y las mas estrictas medidas de higiene, por supuesto. Lo explico todo aquí. Ronald MacDonald, 2005