El peso de Londres · r e t u r n s ·
Esa corteza es larga, costosa de atravesar. Cada mañana hay que desayunar bien para no desvanecer en ella, durante el día hay que evitar su fricción lo más posible y llevar una mochila cargada de recursos porque hasta la noche no hay descanso.
Es una corteza opaca y sorda, con millones de reacciones interesantes sucediendo en cada instante totalmente ajenas a mí.
Es aislante, de plomo y asfixia, e irreparablemente distancia entre sí a quienes la sufren.
Una corteza que, una vez experimentada, expulsa a uno de aquí como por centrifugación.
En esas estamos, agarrándonos fuerte, quietos en la mata a pesar de todo, hay que ver.
Es una corteza opaca y sorda, con millones de reacciones interesantes sucediendo en cada instante totalmente ajenas a mí.
Es aislante, de plomo y asfixia, e irreparablemente distancia entre sí a quienes la sufren.
Una corteza que, una vez experimentada, expulsa a uno de aquí como por centrifugación.
En esas estamos, agarrándonos fuerte, quietos en la mata a pesar de todo, hay que ver.
Etiquetas: Londres
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home