Españoleando en Guirilandia

Soy cañí porque así me hizo Dios.

21 abril 2005

Queen

En Londres he tenido ante mí un millón de lugares legendarios de los que sabía por mis lecturas adolescentes sobre Queen. Me entró la emoción, tuve visiones de Freddie Mercury en su salsa, y todo cobró sentido: evidentemente, un personaje así no podía haber salido de otro sitio. Y allí estaba también aquella estatua gigante suya reinando Oxford Street, a propósito de un musical inspirado en un grupo adorado en esta ciudad

AL QUE PUMUKI ME HA LLEVADO ESTA NOCHE.

Una puesta en escena increíble, todo luces y escenarios y televisores gigantes que se movían. Un sonido que ponía los pelos de punta, todo en directo, aunque eso de que otros canten donde tendría que hacerlo Freddie no acaba de encajar. Una crítica feroz y humorística a la tendencia musical "homogeneizadora", a la tecnología sin ton ni son. Ciencia-ficción utópica musical un poco descafeinada de crítica social directa, pero que muestra a las minorías reprimidas como motor cultural y evolutivo. Tal y como mi amigo Po, del que os he de hablar profundamente, me dijo: los inadaptados también son parte del sistema. Parte necesaria, además. Me sentí útil, me emocioné, lloré, y tuve una esperanza. Y volví a saber que iba a vivir aquí el año que viene.

Pero en fin, no preocuparse que no divago más: sé que escuchar la explicación de una función que no se ha ido a ver es por lo menos "igual de aburrido que escuchar la explicación de un sueño", así que me callo.

El caso era simplemente dejar constancia.

Eso.

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