Oxford forever

Comienzan las aventuras de Pakito en su particular viaje...

He pensao mucho sobre lo que más me ha gustado y lo que menos sobre mi visita a England.
No se co, no sabría por que decidirme así que suelto tol rollo.
Lo primero el farde. Mexplico. Me paso por el regimiento, tol mundo: "eh tío dónde te metes?" . Yo: "No, ejque estoy de vacaciones y he estao una semanita esquiando en Andorra."
- Y ahora?
- Pfff pos na, me voy 5 diítas a Oxford a ver que tal por ahí... (voz interior: "toma!!! te jodes que tú te quedas aquí currando!!!")
El día de antes me acojonaba un poco tol tema de los aeropuertos, la leyenda negra de que te pierdan el equipaje, equivocarme de autobús allí, etc. Una vez comprobado de que el aeropuerto de Zaragoza es inofensivo, por fin, después de 32 años, iba a montar en avión (porque los militares no cuentan). Subidón total en el despegue, primer acelerón y después el estómago a los pies y todo se empieza a hacer pequeñito. Y de que coño conozco yo a esa chica?
- Oye, tu no te llamarás Rosa, verdá?
- Sí.
- Joder!! no te acuerdas aquel fin de semana en Panticosa...?
Debuti, no había mas que empezado mi viaje y ya estaba de cháchara con un pivón.
- Could you give me one ticket to Oxford?
- Sabes cuál es el autobús que va a Oxford? - Me preguntaron aquellas dos chicas que habían volado conmigo.
- Yo también voy allí, es aquel.
- Qué casualidad vamos a ver a una amiga nuestra de Pamplona.
- Qué casualidad yo voy a ver a mi amigo de Zaragoza que se ha puesto a salir con una chica de Pamplona.
- No jodas!!! mira que si...
Acaso la cosa podría ir mejor?
Sólo hubo un amago de cagada cuando me di cuenta que la calle por la que caminaba no era la Gipsy road. Pero hasta eso tenía su parte emocionante, perdido en Oxford, guau, que pasará ahora. Pero allí apareció la figura alargada y salvadora de mi amigo Raúl para recibirme y dar comienzo a lo que a partir de ahora pasaremos a denominar "MI PARTICULAR VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA!!!" Por Pakito (o Víktor según gustos).
Próximamente capítulo dos.
No se lo pierdan.
Un abrazo.

Bicicletas

Aquí todo el mundo va en bici. Desde la abuelica que va a comprar al Sabecation hasta los carteros con sus repartos diarios o la pareja de policías al servicio de la ley y el orden. Pasando por los papaes o papases con carricoche-remolque para bebés o minibici-remolque para niños, las parejas en tándem, los trabajadores en bici-carro, los cansicas en bici con motor, los taxistas en bici-taxi y en fin, un sinfín de modelos de lo más variopinto. No como en Zaragoza que les hablas de bicis y se echan las manos a la cabeza. ¡Por favor! No, por supuesto yo en coche, faltaba más, qué dices, qué pereza, es de locos.


Greg y Daniel con su modelo minibici-remolque.

El periplo irlandés III: Belfast, tíriririríriiii *

Domingo 23

Para cuando llegamos a Belfast, tíriririríriiii, nuestras cámaras estaban exhaustas, así que deberé finalizar la narración de nuestras aventuras de palabra.
Lo primero que nos sorprendió fue el gigantesco edificio del s. XVIII o por ahí reconvertido en centro comercial, con vidrieras por escaparates y carteles de “to let” colgando de la pared. Justo después las papeleras, con un agujero para cada cosa: cans and tins, newspapers and magazines, plastic bottles, mixed waste y cigarrette ends. Más tarde el frío, el silencio, el frío, tal vez un poco de tensión, y el frío. Vimos algún mural político que no entendimos y fuimos a una misa "gospel" atraídos por la batería que reinaba el altar pensando que la acompañaría alguna Aretha a cantar con pasión. Pero no fue así: a pesar de que se podía hacer karaoke, que había una pantalla gigante allí donde un católico habría puesto un crucifijo, las canciones no eran ni la mitad de divertidas que la de “Santo santo, santo santo, santo es el señor” y nadie bailaba ni se emocionaba. El sermón fue científico: un experto demostró, apoyando su exposición con una presentación de PowerPoint, la veracidad de los nacimientos de Jesús y Juan Bautista y la precisión con la que aparecen en la Biblia.
Después de la siesta cenamos en un restaurante chino-minimalista-setentero y volvimos a casa.


Lunes 24

Exhaustos estábamos también nosotros ya de tanto turistear y apenas aprovechamos el día. Visitamos el City Hall, de muy chulo estilo victoriano, descubrimos que fue ahí en Belfast, tíriririríriiii, donde se construyó el Titanic y… bueno, y nada más, vagamos por las calles, entramos a tiendas y compramos chorradas. En el tintero se quedó todo el conflicto del Ulster, la zona católica y la zona protestante, el muro de la paz. Qué rabia...

El periplo irlandés II: Dublín

Viernes 21



Una aburrida foto turística.
Banco de Irlanda, otrora Parlamento.



Contemplación y descanso.
Noten el halo luminoso que rodea la figura azul.



El convento de monjas en el que dormimos tres noches. Habían convertido la iglesia en restaurante, donde gustaban de escuchar jipjop; y en el confesionario el cura estaba al otro lado de un teléfono.



Fumadores.
Por increíble que parezca, nadie fuma en tabernas ni bares ni clubs, se salen a la calle.



En todos los bares de Dublín tocaban bandas.




Sábado 22



Muralla, jardín, serpiente, Mary Poppins y Barrio Sésamo.



Castillo.



Secapiés de Dublinia, museo medieval.




Domingo 23



"¡Bien! ¡Un gigante comecasas!"



Un pirulí que era más alto que el sol.