Out of step
Estás segura de lo que piensas y de tu modo de vivir. Has meditado sobre todas esas cosas cien mil veces, lo revisas constantemente y ahí sigues en tus trece. Poco a poco va cambiando tu modo de ver el mundo, es cierto, pero siempre hay unos principios que ahí siguen. Muchos de ellos nunca cambiarán. Sin embargo...
... a la hora de enfrentarte a los demás, de exponerles tu modo de vida, tus convicciones, ¿qué mano invisible aprieta tu corazón? No eres capaz de defenderte, de mostrarte, los demás exponen lo suyo y tú no podrías abrir la boca para contradecirles. ¡Parecen tan seguros! Te callas, meditas sus palabras, pero no hay respuesta. Sus razonamientos son correctos, pero aún así sientes que están equivocados. Fundamentalmente equivocados. A veces incluso te hacen bromas de lo que para tí es muy serio. ¿Sigues callada? ¿Cuál es ese miedo que te impide hablar? ¿Inseguridad?
Saber que nunca te entenderán. Sentirte rechazada por su incomprensión. Sentirse criticada por su obtusidad. Sentirte incompetente ante esa mirada de normalidad. Sentirte impotente ante tantos ojos agolpados al otro lado. Sentirte motivo de burla por tu diferencia.
Pero en cada una de sus palabras tu has sido la valiente. En cada una de sus miradas has sido tu la que ha visto el ángulo muerto. En su hacinamiento eres tú la que brilla con color. En cada una de sus carcajadas eres tú la que ríe...
...temerosamente.
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